Recuerdo sus rostros,
sus nombres.
Por mis labios
aún son pronunciados.
Pasos cercanos
por si alguien necesita ayuda.
Antiguas compañeras de trabajo
que mi mente no quiere doblegar
al silencioso mundo del olvido.
Nada sé de ellas.
Sólo buena gente
resueltas
trabajadoras.
Un día
en el camino de mi vida
se cruzaron.
Dios las bendiga.