Salteador

Dientes de León

Cuando vayáis dejando

flores sobre el ataúd

del niño siempre despeinado

no lloréis aún.

Pon solo dientes de león

que el viento lleve la canción

que inspiraste tú.

Y cuando os cuente

como lo cambiasteis

llorad sinceramente

pues su canción

erais todos vosotros,

versos mezclados unos con otros.

Esa parte vuestra

que os robó sin daros cuenta

Con un guiño, de una sonrisa

de una mirada o de toda una vida.

Esa nota de su canción

que te es familiar

será tu forma de mirar

o tu ceño fruncido de interrogación,

Será como mirabas la puesta de Sol

o como te acurrucabas cerca del mar.

Ahora ya se ha ido

ahora ya puedes saberlo

ya no hay miedo

el niño está muerto

y solo el viento

ha aprendido su canción.