Sara (Bar literario)

Peciolos

Querer  la flor meciendo su osamenta,

en la marcha fúnebre.

Querer a sus pétalos

devorados

por el amante, que jugaba a la ruleta.

 

Querer la paz de un día

sentado

en las fronteras de un hilo secreto.

                                                    [No agites la realidad en su copa de escarcha]

 

Querer la mirada de un gorrión

caído en la trampa.

Ellos jugaban a crecer

apostaron al juego de las escondidas.

¿Quién encontró la serpiente blandiendo la manzana?

 

Querer el amor querer su forma querer su sombra

querer llamar amor y encontrar la noche tendida en la cama

querer a la noche y deshacernos de ella en la autopsia de una palabra

querer el dolor y decir fuego a la música arropándonos en sus alas.

 

Somos pequeños aprendices en el juego de las escondidas.

¿Quién nos encontrará buscando los dados?