Al amor
le puse
tu nombre
le deje
mi boca
pero con
tus besos,
lo calce de mi
pero con tus
sueños
lo deje volar
sobre
tus deseos.
Tan mio fue,
que de ti
fue preso,
preso
de los ojos
del mundo
que miraron
sin vernos.
Al amor
le pintamos
el aire,
el suelo,
cada gota
de sangre
se nos hizo
velero
de estrecho
mar
que cabe
en nuestros
dedos,
al amor
le tejimos
en sus ojos
un diluvio
entero.
Le cortamos
a tiras
los malos
recuerdos
y secamos
al sol
rotos silencios
todo
lo que el vació
cuelga
entre
lo muerto.
Al amor
no lo busco,
ni lo espero
es un caro
lucero
que los siglos
exhiben
como fantasma
eterno.
Ana@ocaña