Recordar, la vida es eso,
y sacar sonrisa a lo vivido,
juzgar pasados con exceso
y abrir un puente hacia el olvido.
Y sé que es vano mi latido
que late triste por darte un beso,
pues nada vale ya el tronco obeso
si en el prado ha caído,
si abatido en la llanura,
(que tú abriste su desgarradura)
se hizo aún más viejo
y amó su corazón añejo,
como yo, que no me quejo
por tu alma que en mí perdura...