De aquí en adelante, escúchame:
Las palabras decaen al presentar una nota,
como lágrimas en dolor contempladas,
que ante mis palabras comparecen.
Presentaciones de carácter infame
al son de este humilde soneto obran,
como sus intenciones mal tarareadas,
que ante tus ojos desfallecen.
Dolores ahora se hacen presentes,
entusiastas verdugos de prosa,
verso y cada letra alterada,
que es lo que en vida se conoce como muerte.
Muerto que de recuerdos consciente,
pide perdón y redención sin honra,
en desdichadas y sobrevaluadas palabras,
un muerto en vida, y sus rimas que entristecen.
Un mal poeta y hombre indecente,
informalmente se presenta ahora,
suplicando, de forma vana e inesperada:
Por favor, de aquí en adelante, ignórame.