Hay un quizás madre de los quizases,
una explicación lógica a tanta verborrea,
a tanta locura,
a tanta disfunción.
Será que mis pensamientos están borrachos,
por el exceso de haber vivido tanta vida,
en tan pocos años,
en tan breves momentos.
O porque mis lagrimas de ayer,
que intento hacer brotar hoy,
se han convertido en tinta de corazones,
que bordan mediante mis escritos,
sueños de papel,
sobre lienzos con pétalos.
Será locura lo que siento,
o un exceso de timidez,
tamizado en ira,
colado en rabia,
que se acumuló,
cuando perdí la razón,
buscando respuestas,
buscando salidas,
buscando el norte,
buscando el verdadero y inmortal amor.
Porque unas palabras,
se me han convertido en imágenes,
porque una sonrisa de hoy,
se que serán lagrimas para el mañana,
porque tenerte entre mis brazos,
en momentos de pasión,
será a posteriori momentos de dolor,
de angustia y hasta de soledad.
Soledad de la buena,
en la que empiezas con ganas,
disfrutando con libertad,
para terminarlas en sollozos,
cuando te das cuenta,
cuando observas,
lo solo que tienes que estar.
Soledad o domicilio,
está es la cuestión,
libertad o esclavitud,
odio para siempre amor para unos años,
paz para quien te quiere entender,
guerra para quien te quiere cambiar.
Autor : Francisco Peiró