Llevaba el corazón
en una bolsa de papel,
de mi pecho lo arrancaron
a golpes de cincel.
Llevaba el corazón
cargado de amargura,
perdido de razón
envuelto en la locura.
Llevaba el corazón
apretado a mi pecho,
intentando que vuelva
a ser parte de mi cuerpo.
Cuando me acerqué a ti,
me invadió esa fragancia,
perfume exquisito,
mezcla de azares del jardín...
Olvidé todo lo vivido,
todo lo perdido,
mis manos dejaron de tener,
ese color carmesí.
En ese ínterin
mi corazón volvió a latir...
El amor y el aroma
a la agonía dieron fin...