Caminando en tu precencia
he podido soportar,
los embates de la vida
y este mundo de maldad.
Muchas veces me han golpeado
casi hasta desmayar,
mas tu mano poderosa
ha calmado mi llorar,
Siempre encuentro en tu palabra
fuerzas para continuar,
respuesta a las preguntas
que no puedo contestar.
Muchos me han dado la espalda
otros de mi hablan mal,
pero tu me has ensenado
siempre debo perdonar.
Si no fuera por la fuerza
que encuentro en tu compania,
no se que seria de mi
en las horas de agonia.
Cuando las fuerzas me dejan
ya no puedo caminar,
tu mano fuerte sostiene
mi cuerpo y me ayuda andar.
Cuando he perdido la fe
no tengo ya en quien confiar,
se que tu no me traicionas
y me vuelvo a animar.
Es tan especial Senor
todo lo que hay en ti,
solo a tu lado encuentro
razones para vivir.