Cuando te invento
Cuando te invento,
voy hilvanado sueños
con los pétalos de las rosas.
Puedo doblegar
lo plomizo del tiempo,
cuando me antojo
de la savia de tu
perfilada boca.
Tu retrato me platica
sobre la fuerza del amor
y de cómo se eleva
la pasión
cuando te busco entre
tus atesoradas cosas.
Mis brazos son tirantes
destellos,
que te buscan entre el azul cielo,
mi corazón es espuma blanca
que languidece,
porque no te veo.
Cuando te sueño,
se eleva mi alma hasta
el pináculo del firmamento,
mi respiración se entrecorta
y una constelación de amor
da tibieza a mi frío lecho.
He querido destronar el tiempo,
para buscarte entre el roció
del alba,
entre el vértice de las horas,
o encima de la llama azul
de este amor,
que por ti sigue ardiendo.
Siento que emerjo
de un sueño que no se
ha acabado,
de unas horas que no han
transcurridos,
de un amor que sigue vivo.
Continuo flameando,
entre distancias prohibidas,
entre fronteras desconocidas,
entre los cauces de los recuerdos,
entre un agudo dolor
que se me inflama en mi pecho.
Seguiré tu camino,
sólo espero el momento,
en que el águila del cielo
me muestre el camino,
para abordar el amor de nuevo.
Autor: Marco González Almeida
Venezuela 1 de febrero del 2013
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