Y viviré cantando,
soñando, escribiendo,
lo seguiré haciendo
siempre pensando,
no en el porqué
ni en el cuando,
sino en el camino y en el tiempo
el Amor y su encanto.
La noche, la lluvia
que me llena rebozando,
con el frescor de sus gotas
y cayendo como ese llanto,
del que llora y el que ríe
sintiéndose renovado.