Te escribo entre líneas mojada en llanto
donde mis palabras brotan desde lo profundo de mi alma
tal ves nunca la leas pero quiero decirte
que si un día la soledad te agobia
ábrela y así conocerás lo importante que fuiste en mi vida.
Recuerdo cuando ilusionada me regalaste un verso
y para mi fue el regalo mas valioso que tuve
te imaginé mil veces a mi lado
pero amaneció en mi vida dándome cuenta
que solo había sido un sueño.
Y un hielo frio al instante recorrió mis labios
aunque aun te he soñado tocando mi cuerpo
a mi boca besando mil veces tu rostro
si tú supieras amor las veces que me soñé feliz a tu lado.
Una y muchas noches durmiendo contigo
oirías el murmullo de la noche gritando tu nombre
y un ramo de orquídeas gimiendo en silencio
tocarías el cielo con tus manos.
Sentirías mi lengua bailando en tu boca
verías al roció caer gota a gota
olerías la niebla mojando las rosas
si aun tu amor fuera mío
Pero estabas conmigo y admirándola a ella
durmiendo a mi lado y soñando con ella
sola me dejabas tú sin darte cuenta
como caminaba ya soltada de tu mano.
Cuando me abrazabas sentías que era ella
cerrabas tus ojos murmurando su nombre
rezabas al cielo rogando por ella
y así dormido le amaste en silencio.
Quise despertarte pero ya era tarde
y no me atreví a violar tu sueño
si lo hubiera hecho amor
verías que mis ojos eran manantiales
pero vi la dicha pintada en tu rostro y no quise mojarla.
Y ahora a lo lejos yo le ruego al cielo
que te de la porción de dicha que me corresponde
te deseo feliz por que aun te amo
aunque yo muera de pena poco a poco y tú nunca lo sepas.
Hasta hoy me atrevo a garabatear las líneas
y con esta carta como despedida
yo te envió los versos que pude entregarte quizá frente a frente
pero tuve miedo que te dieras cuenta de que aun te amo.
Autoría: Ma Gloria Carreón Zapata.