Comencé un caminar por la vida
descubriendo fronteras desesperadas,
llegue donde las mareas cambian de color cubriendo tu pelo de rizado viento,
llenado el espíritu de sabiduría toque a tu puerta
y encontré la luz de una estrella, me enseñaste
la virtud de las cosas simples y complejas,
lograste en mi cautivar el corazón hambrienta
de ilusión y lo llenaste con tu calor.
Mi rosa eterna que se encuentra en la
lejanía de tenerte cerca, rosa que me inunda
las noches como luciérnagas al fondo del mar,
tu luz, tu brillo y tu espíritu al cercano de tu cuerpo
logras mantener cauteloso el amor que abunda
en los corazones, de nuestras miradas nace la
estrella que me entregaste un día y deje partir
por mi soberanía, has dado gracias al cielo
y al espíritu santo por mi llegada, hoy al bajar
tu marea estoy en la penumbra de tu espera,
tu luz mostro el espacio de la estrella que en
su ser lleno mi corazón en el mar del que llegas.