Me ha intimidado
e hizo agachara la cabeza,
fui levantando la cara y me di cuenta
que en vez de mirarme
me mostraba las cuentas de sus ojos vacíos.
Proyectaba tanto dolor
envuelto en una duda angustiante
su mensaje me dejaba paralizada.
Mirada ansiosa,
un grito por dentro
más fuerte que el silencio,
y pintaba las imágenes
en sus pequeños ojos firmes.
Quise huir
pero era tan penetrante
que sólo cedí agacharla
como símbolo de un lo siento.
¡cómo! me impacto su mirada
con el alma raída del dolor
del olvido de todos…