La noche de blancas espumas,
alas invisibles, flores caídas
fugaces carcajadas,
aromas salvajes del placer,
rostros de payasos entre mis manos,
ladridos lejanos del viento,
ojos de miradas vacías,
música de rosas clandestinas,
seres escondidos entre las copas,
licores de amarguras nocturnas,
llueven gotas de rojas mariposas ,
mujeres sobres las estrellas,
besos de luces azules
dormidas bajo la luna
rostros de oscuras bellezas.
**
Naufragio de hojas secas,
horas que se humillan con el tiempo ,
las últimas pisadas de un viejo,
traje nuevo, perfumes,
tristezas lejanas,
la vida es recuerdo.
las manos ausentes,
las sombras que hablan ,
surgen burbujas delirantes,
se esfuman los años nuevos,
se van muriendo en las nubes
con sus alas triste
en silencio,
parece que se burlaran
del fuego más intenso,
apagando las flores de la vida
que de a poco van muriendo.
***
La mirada de la anciana,
la que nadie puede ver,
todos dicen que la invento,
que es el alcohol delirante,
la veo desde hace años,
de noche, en la cama,
en la almohada, en el baño,
en mis sueños,
ahí, en esta sala,
en el aire que me toca,
en todas las miradas,
en lo más profundo del infierno,
todos bailan,
beben, cantan,
se ríen del loco,
tomo un trago,
hablo con el Otro,
nada importa la soledad,
la Vieja me mira
el cristal está roto.
****
¿Por qué esta sombra?
No entiendo la angustia,
la serpiente recorre mi garganta,
el silencio me invade,
es…, como si Ella me llamara,
como si de pronto,
el cuerpo no fuese mío,
me siento agotado,
no deseo dormir,
tal vez…, vaya a la ventana,
encienda un cigarrillo,
me sirva una copa,
la última de esta noche,
rostros que giran…, giran,
quiero estar solo,
esperar el amanecer,
tal vez un baño refrescante
me devuelva a la vida,
a esa vida alegre,
la que añoro,
la que se va con la niebla…,
poco a poco,
como el espacio,
el tiempo, los años…,
como las esencias líricas
de un poema extraño
que se ha perdido en la memoria
del rio solitario.
*****
Sé que Ella está sentada…, ahí
en el rincón de mi cuarto,
esperando mi llegada,
ya no le temo,
la saludo, me desvisto,
caigo sobre la cama…,
y esos dedos,
los de la Vieja,
me cobijan,
Ella murmura algo,
apenas escucho,
se retira a su silla,
amanece,
se ha ido,
pero ese olor a vestido viejo…,
volverá cada noche,
hablaré con Ella
tal vez me cuente alguna historia,
se las contaré a todos
cuando empiece el baile,
aunque digan que estoy loco.