Sandro Tovar

La Carta

Ayer, hace apenas… ¡Sin penas, estamos! ¿estamos todos?, ¡si, todos reunidos!, reunidos ante un juez, un juez que nos pregunta a los dos que si seguimos adelante con esto y con lo que sigue, pero si lo que sigue fuera cierto, como la carta perdida que regresa llena de nostalgia, nostalgia que se convierte en compañera emergente del dolor, y el dolor que nos provocaría, es un recuerdo simple, tan simple como todo lo que se vive y que ahora ya no importa nada, aunque la nada no es cierta tampoco, y digo que tampoco duele pero si hace que me ponga a pensar cosas, en cosas de nosotros, de todos, porque ya lo dije, pero ¿Quiénes somos todos? Aquí empezaría una historia bella, pero como ya sé que se va a ir derramando por todos lados como la miel, y que la miel hastía a cualquiera, y que sin más diría aquí y ahora algún enamorado que su amor es único, que su amor de lleno es mucho más grande que el mar. O cualquier cosa que jamás, ni Romeo y Julieta, ni Tristán e Isolda, o lo que cualquier lunes por la mañana haya sentido yo ante aquellos rostros de ángel que una a una y que alguna vez iluminaron mi corazón. Ni eso es suficientemente grande para opacar su amor. Eso ya lo sé. Por eso y porque después esa historia terminaría hecha una ridícula parte de un todo que somos todos, los que me conocen y de los que tratan de conocerme lo saben y lo sabrían después que es lo mismo, no les interesaría en absoluto, primero leer tan absurda imagen del amor y, después porque simplemente sé que quien no está enamorado solo le queda el aburrimiento. (Schopenhauer). Uno es el aburrido, el amor pertenece a otra conjugación de cosas, amor y aburrimiento son la cabeza y la cola de una serpiente que nos traga y nos caga, así de simple es este concepto. En fin que es mi deseo platicarte a ti que has llegado hasta estas líneas, que, por favor no pongas en el Facebook “me gusta” porque así sabré que no has leído nada, y como decía un amigo escritor, entonces esta persona que ha leído no ha entendido nada, y además me ha malinterpretado, y después ya nada es igual. (Nietzsche) Yo le comprendo simplemente. ¿Bailamos? O mejor le hubiera dicho “quiero contemplarte de pie” ahorita estoy escuchando unas canciones que aparecieron en mi maquina gracias a una de mis hermanitas, ellas siempre serán más chicas que yo, bueno todos serán siempre más chicos que yo, hasta mis amigos más viejos siempre han dicho lo mismo, (las canciones aunque nadie me lo pida les he puesto una calificación de 8) buena calificación, siendo que cuando no sabes que es lo que sigue en una lista que tampoco sabes si seguirle o de plano poner algo que me gusta que es bueno pero aburrido. La música es como el amor y le acompaña, de pronto hasta una canción que después, en cuanto pase la luna de miel se volverá aburrida, y si esa relación se desata, esa canción por un tiempo al menos será vetada en todo cuanto se toque entre tus amigos, y si puedes hasta en una verbena la mandas a quitar, pero cuando te enamoras otra vez, como siempre sucederá, puede ser que esa misma rola sea tu estandarte de ese nuevo amor, sucede, a mí no, porque yo las canciones siempre me recuerdan a alguien o algún lugar, o cosas difusas, simplemente es la llave para abrir un recuerdo, por eso le pongo ocho a esta carpeta de música que mágicamente me acompaña para decirte que al rato todo esto, estas letras serán un simple recuerdo. Pero un recuerdo dudoso, algo que no perdura, que se olvida fácilmente dado que no tiene importancia para ti. Sin en cambio escribo y de veras que tengo ganas de decirte muchas cosas del amor, del desamor, de tantas cosas que conozco y que he vivido, por eso soy viejo, porque he conocido todo y nada, a veces siento que todo está guardado en mi mente gracias a la imaginación, pero sé que no, que nada que no sepa sonaría soso, fútil, falto de intención y le asombraría la verdad. Hablaría del amor sin parar, te diría donde irte a buscarlo, te hablaría del desamor que es su suplente cuando el amor duerme, me gustaría hablarte de tantas cosas, como si tu no supieras nada de nada, (ah que buena rola), no sé cómo se llama, pero suena muy bailable. Te diría también cosa acerca de brujería, de cómo atraparte un novio o una novia, pero no me gusta hacer mal a nadie. Decía que antes cuando deseaba bailar era prácticamente porque quería conocer y ver de cerca a la susodicha, y cuando ella se negaba era para siempre, siento haber dejado escapar a las que no sabían bailar, y que temían aplanarme los callos con sus torpes pasos, a mí nunca me gustó el baile, para eso están los chambelanes, a mí no me gustan las fiestas donde se cae la quinceañera. Me gustan la bodas, me gusta ver a la novia, y grabarme su cara, todas las novias en su dia de boda son hermosas, luego me imagino tantas cosas, como que nunca volverán a verse así, o que como seria la vida si se pudieran ver a diario así, (hey, -momento, está cantando, o susurrando Thalía que; Hola bebe lalalala, igual y de plano, el próximo viernes- órale), diez a la lista. Bien, por ejemplo una de las cosas que me gusta que me pasen en el dia es eso, oír o ver o lo que sea de parte de Thalía ha, que bonito. Linda. Qué lindo, a mí me lo dijeron muchas… veces. Cuando hacía algo feo para mí, -regularmente-, yo sufro, he sufrido siempre, bueno no siempre, la verdad es que no puedo quejarme, y además quien recibiría mis quejas, ¿dios? No, dios es para rezar y sentir que la plenitud de la vida es la vereda por la que caminamos a diario los justos de corazón… si, eso es dios, yo no sé nada de cómo se puede uno quejar, por eso siempre digo que los incendios del sufrimientos se apagan con el agua del tiempo, no hay más, pá que sufrir si no podrás quejarte. Pero yo sufro. Hace ratito me encontré una carta electrónica, la fecha tiene marzo del dos mil cinco, se la envié a alguien cuyo nombre no debo mencionar, por respeto a su actual marido, -enanitos verdes, bien- enanos deberían de seguir tocando, bueno todos los ochenteros, que despierte Cerati, que Ríos, Mecano, Pólice, todooos se regresen aquí los espero… una carta que me llenó de nostalgia, y de estupor, es que esta tiernísima, es de amor, pero que cursi soy cuando me enamoro, pierdo el sentido de la realidad, y bueno, no podría ser de otra manera, no se puede hablar de amor real, el amor es espiritual, es lo que sale de lo más tonto de tu ser, -kalimba noooo-, fíjate cómo puedes desmadrar a alguien, pero bonito, este wey se la hicieron gacha, se lo merecía pero aguas, no lo juzgo, honestamente no sé qué haría yo en su caso, bueno si se, pero no lo diré, la carta… hay por ahí y lo recuerdo porque fui actor principal de esto, existen por ahí más de cien cartas de amor que le escribí a una mujer, igual de cursis, lindas pero cursis, y las encontré en un correo que hace tiempo no abria, lo hice porque vi que hay un concurso de cartas de amor, pero he leído más de treinta y todas dicen las mismas tonteras, promesas que no sé dónde quedaron, y resulta que ahora las más interesantes son las que hablan del decepcionante trato que recibí durante el tiempo que duro esa relación, y pienso que eso se debe a que hoy soy lector de mí mismo y me califico desde un ángulo diferente, la perspectiva que veo desde hoy, la comparo con la de ese tiempo y no me gusta. Pero la carta que escogí es tierna, sé que no ganara nada de nada, los premios son un viaje a Venezuela, un reloj o unas estilográficas, todo de monte blanco, la marca no registrada de cositas que te hacen abrir el cofre donde guardamos celosamente la codicia. Los Héroes del Silencio, son los auténticos héroes de cualquier historia, incluso de la de mi país, la carta puede ser sustituida por otra, aunque hoy no sabría cómo falsificar una, y del amor eso es lo único autentico, nunca podrás enamorar a nadie por escrito si no le amas, aquí termino y te dejo la liga del concurso, espero que hayas llegado hasta aquí, y si estás enamorado o lo estuviste alguna vez, luego escribiste o estas escribiendo esa historia, tus letras te podrían llevar lejos de donde estas ahorita, en fin, al menos ya me leíste, y te lo agradezco. Termino oyendo de lejos a Shakira, que también me gusta, pero ni a Thalía ni a nadie creo, podre jamás llenarle los ojos con mi amor escrito como lo hice con aquella mujer con la que soñé morir.

http://letraskiltras.ning.com/profiles/blogs/concurso-cartas-de-amor-ojala-quieran-participar