Murialdo Chicaiza

Antisalmo II

Cómo poder decir alabado sea tu nombre

si los que dicen conocerte te han negado tres veces

y he corrido desnudo de tu poder al ver al enemigo.

 

Cómo poder decir que venga tu reino

si apenas conocemos al verdadero rey.

Tus vasallos han pisoteado el jardín

Y yo he gritado “no conozco a tal hombre”

 

Cómo mirar tu presencia, oír tus palabras

si tus profetas son ciegos y sordos

y su mudez desdice tu palabra virtuosa.

Me hallo colgado y moribundo a tu izquierda.

 

Cómo poder decir que nos des el pan nuestro

si los encargados de multiplicarlo se quedan con ellos,

los peces tienen contados sus días.

Pero a pesar de todo, sigo buscando tu reino.