Cuando ya no esté con tigo,
Me veras en la mirada de tu mejor amigo,
Me oirás en la risa desenfrenada de un niño,
Me sentirás en la suave brisa de la serranía,
Me sentirás en el viento cuando mueva tu pelo
En tus tardes tristes, cuando muera el día.
Cuando ya no esté con tigo,
No estarás triste porque vivimos como quisimos,
Porque nos amamos como nos deseamos,
Porque lo mío fue tuyo y lo tuyo fue de mi.
Vivirás en paz con nuestros recuerdos
Saboreando aun nuestros besos.
Cuando ya no esté con tigo,
Serás feliz con los hijos de nuestros hijos,
Con ellos ojearas los álbumes de fotografías
Que guardaras como un tesoro,
Y sonreirás cuando te pregunten, señalando,
La foto de aquel viejo de barba blanca.
Cuando ya no esté con tigo,
Y tu cabellera ya blanqueada por el trajinar de los años,
No pondrás flores sobre mi tumba, solo una oración y unas velas,
Porque nunca olvidadas que fui alérgico a los perfumes,
No lloraras porque sabes que nunca me gustó el llanto
Sonreirás débilmente recordando nuestros años dorados.
Cuando ya no esté con tigo
Y vivas rodeada de nuestros nietos,
Que serán los únicos que te alegraran la vida,
Y ya, sin poder recordar bien nuestra historia,
Al sentir la brisa que te rosa la cara, te acurrucaras,
En aquel viejo sillón que fué testigo de nuestro infinito AMOR.
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