ROSEMARIE M CAMUS

UNA TARDE DE VERANO...

Poco a poco cae la tarde

y pequeñas amapolas

acarician el silencio.

Se escucha el viento

revolotear alondras

y la enagua de mil espigas,

agitarse.

Colecciono para mí

esta pradera que imagino.

Un verano inmenso

de colorido y perfume

y a lo lejos,

una avalancha de risa.

Paseo

junto a la débil silueta

de mi sombrero

y debes en cuando,

hago una pausa...

cierro los ojos

y creo sentir el roce de su pelo

en el sol que se lleva la tarde.

 

 

 

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