¿Me estás mirando?
Acaso, con ojo de rutina
creíste captar ese cuerpo
con que erróneamente
se me individualiza.
Más veraz es el párpado
para asir
la reverberación tangente donde me hallo,
pues, debo confesar,
estoy en las antípodas,
bien lejos de todo cálculo
Lo que de mí apreciás es sólo figuración
emergiendo a la superficie
como quien zozobra en la única lluvia
de primavera
Ayer decidí abandonar
todo envoltorio innecesario
Cumplo ayuno sin pausa ni fronteras,
únicamente ingiero música hipnótica, agua,
y viento que las cumbres soplan:
la dieta del nómada.
Cuando la jornada nace
mando al frente un espejismo
que transcurrirá
entre el hervor pasional de las masas
y un callar indeciso
Mientras
voy dos pasos atrás
convocando duendes
entorpecido por los
juegos de palabra
con que
otro yo se divierte.
ALBIN