Una rama, un sueño, una mano extendida
Un paisaje, una soledad compartida
Casi nada de lo mucho en esa tarde
Casi nada, el alma y la partida
La piel sensible por el aire frío
La brisa del adiós en los pulmones
Una rama, un sueño, una mano extendida
Un paisaje, una soledad olvidada
Casi nada de los tiempos se encontraba
Casi nada y los bolsillos tan vacíos
Una rama, un sueño, una mano extendida
Y tus lágrimas escapando a su mirada
Y sus lágrimas empapadas con ausencia.
Una rama, un sueño, una mirada
Un silencio de monasterio entre las manos
Era tan solo eso, pena y deseo.
Por suerte
Las palabras guardaron la cordura
Solo una oportunidad perdida,
Fue tan solo eso
Una oportunidad perdida