La semana pasada hubo cambios
significativos en mi casa:
en el interior de mi alma,
de un gran amor que en mi se estampa.
Mil pensamientos en mi mente pasan;
los cambios me embargan,
desde lo más catastróficos,
hasta los más ingenuos.
Emociones que pasan en segundos:
de la felicidad plena,
al pánico total,
pasando por la queja
con imágenes absurdas.
y fruño mis cejas
a veces las cosas me son burdas,
llenas de colores y a veces crudas.
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Una cosa es lo que la gente dice
y lo que yo realmente siento.
Una cosa es lo que predicen
otra es lo que pienso.
Que "Debería estar feliz,
como una lombriz”;
y realmente me siento asustado,
sí, algo abrumado.
Que "¡Por fin salió de eso!",
y yo añorando el reto de lo conquistado.
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el cambio estaba en cosas por resolver,
cosas por reacomodar,
cosas más por cambiar,
si, meditar mas en el ayer.
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De la casa se limpio la mugre,
hasta aquel mugre que no se veía.
Mi conciencia quedó lumbre
ya que el mugre de mi se reía.
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En un rincón de mi alma encontré
tesoros del pasado, que se tienen
pero que no son valorados ni disfrutados.
Por fin conmigo mismo me reencontré.
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hay recuerdos de mi pasado que ahí permanecen,
Aunque me resista no los puedo desechar,
a veces me vencen,
pero es grande el deseo de triunfar.
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Las opiniones de los demás con sus limitaciones,
junto a mis opiniones afectan mis emociones,
pues habrá adversidades inesperadas,
que de cosas negativas están armadas.
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Esos cambios ocurridos, algunos agradables,
en mis felicidades transcurridas;
ganándole la partida a mis miedos desagradables,
llenándome de la más dulce calma,
de esa casa que esta mi alma.