Te quiero, como quiere una niña a su oso de peluche, que la acompaña en largas noches de sueños inimaginables.
Te quiero, como una mujer que desea ante todo que el hombre que la desvela se tome un segundo para pensar en ella.
Te quiero, como el hijo quiere a la madre, que se desvive por su bienestar aún en tiempos de dificultad.
Te quiero, como un músico a su instrumento, que lo acompaña en sus mejores canciones y peores momentos.
Te quiero, con un querer vivo y sincero, que día a día crece, así te quiero.