Y entonces lo sientes,
como cantar de dolores,
melodía sublime sin notas
ni estribillos, como poema
dulce sin versos ni estrofas.
Te enamoras, y pierdes,
te enamoras y ganas,
injusta ruleta de
sonrisas y lágrimas,
pésame adictivo.
Testigo innegable que
por el alma habla,
soledad persuasiva,
felicidad indiferente,
amor enamoradizo.
Verdugo de silencio,
regla intocable,
recuerdos sin memoria,
corazón por momentos
comprometido.
Así que enamórate,
del silencio o la
soledad, de la libertad
y el ruido, de un trabajo,
o una molestia.
De luz y oscuridad,
amor y odio,
capricho o necesidad,
porque algún día
de la muerte te enamorarás.