ALVARO J. MARQUEZ

UNA LETRA DE DIFERENCIA

"Cambia una letra el sentido,/ cambia en una letra tu sentir,/ pero no cambia lo vivido/ ni un te amo si lo llego a decir"


De invierno a infierno una letra es la diferencia,
frío en uno, calor en otro, en ambos tu ausencia
como siempre tanta tristeza haciéndome sentir.
De cielos a celos una letra me deja expresarte
que en uno estás demasiado alta para alcanzarte
y en otro tan bajo que ni mi poema logro escribir.

De sueño a dueño sólo una letra me hace ver
cosas que veo queriendo y otras sin querer,
realidades que he vivido desde que estás en mi,
aunque los diferencia una letra llego a entender
que uno encierra todo lo que para ti quise ser
y el otro tan sólo la verdad de lo que nunca fui.

Entre calma y alma sólo una letra es diferente,
una es la que me entregaste un día de repente,
es la misma que al irte de mi vida me robaste.
La otra es donde siempre muy guardada te tuve,
cielo particular y hermoso con una mágica nube
de la cual un día y sin previo aviso me bajaste.

Del beso al rezo también una letra es distinta,
de uno al escribir mi poema sacaba yo la tinta
porque en tus labios se podía escribir también.
En el otro estaba la esencia de mis emociones,
cuando pronunciaba tu nombre en mis oraciones
y cualquiera me escuchaba murmurando “amén”.

De miel a piel la diferencia es sólo una letra,
en una está el sabor que en mis labios penetra
al recordarme ansioso comiéndome tu boca.
En otra el delirio que al sentirte cerca viví yo,
con ese olor a hembra que tanto me provocó
y esa humedad con tu esencia que aún provoca.

De hombre a hambre una vocal cambia todo,
la primera de ellas encierra en sí misma el modo
cómo deseé que me sintieras amando sin recesos.
La segunda tiene un significado que es infinito
porque habla de mis ganas de ti, de mi apetito
cuando tan sólo me interesaba comerte a besos.

Entre Dios y adiós una vocal está sobrando,
uno es Aquél a quien tanto me viste invocando
para probarte que mi sentir no era un capricho.
La otra es palabra que hoy está en mi memoria,
el punto final y definitivo de nuestra historia,
algo que se dijo y nunca se debió haber dicho.