Mi corazón,
un día, tuvo un
ansia suprema,
que, aún hoy lo
embriaga cual lo
embriagaba ayer;
Quería aprisionar un
alma en un poema,
y que viviera
siempre... pero
no pudo ser,
Y todo porque...
nunca
entendistes
lo que había
en mi enamorado,
y loco corazón.