Murialdo Chicaiza

El poema que se llevó el mar

Estoy junto a las mismas olas.

Soy otro ser mas,

deseoso de doblar el horizonte.

 

Todo el mar está lleno de ti:

De tus cenizas.

 

El viento se lleva las palabras

la pena de tus recuerdos.

En tardes como esta estuvimos juntos

Contando los granos de arena,

las plumas exánimes.

 

Tú y el mar tienen

el azul de la distancia,

el eclipse de otros mundos.

 

Como las otras veces, mi corazón calla

al recordar tus ojos de inmensidad,

de rutina de gaviotas.

 

Te quise por tu alma de niña

y aunque no has muerto,

todo el mar está lleno de ti:

de tus cenizas.