Princesa mía, princesa de mis sueños,
déjeme como caballero en un duelo
conquistar a su ineluctable belleza,
y derrocar a nuestro ángel de esta flecha.
Princesa mía, princesa de mis sueños,
hoy por conseguir su vida hoy yo muero,
en acto de batalla en mí una lanza
traspasó mi armadura, llegó hasta el pecho.
Princesa mía, princesa de mis sueños,
el corazón mío por vos se desangra ,
emerge desde mi hondo pecho en palabras,
ya ni el caballero ni el poeta bastan.
Princesa mía, princesa de mis sueños,
la vida ya no me quiere, hoy por vos muero,
mi sangre se derrama, por fin se acaba,
y quizá sea por vos mi último verso.