Entre dos amores
tengo mi corazón repartido,
mi cuna valenciana
y mi Buñol querido.
Pasaron mi niñez y adolescencia
entre los surcos de ambas tierras,
Las Fallas, el Río Turia, Las Arenas,
San Luis, la Jarra y mi abuela Sarriera.
Las raíces de mis ancestros
tiraron de ellos con fuerza,
atrás quedaron veinticinco años
de ilusiones y proezas.
A los pies del Castillo moro
trasladamos nuestro hogar,
punto de arranque familiar
y de mi vida el despertar.
Buñol nos acogió en su seno
y en él un día el amor conocí,
donde fui esposa y madre
y donde quisiera morir.
No pretendo con mis versos
relatar mi historia personal,
pero si gritar a los cuatro vientos
que como mi pueblo ni hablar.
Y es que Buñol atrae
con una fuerza infinita,
es que tiene un no se qué
que te subyuga, te invita.
Y si entre mis dos amores
un día tuviera que elegir,
con él sin duda me quedaría
y con sumo orgullo repetiría
¡¡Soy de Buñol!!
¡¡el mejor pueblo de España!!
Fina