"... y, cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna..."
(De "Carta del suicida", Gonzalo Rojas)
(Para ti, única.)
Siempre fue tu mano ala
que me remontó derretido,
el rizo de la ola
que me tensó en pleamar,
semilla en mis cuencas desecadas,
vertical esternón en la derrota.
Tu beso junto al cuello
como tus labios volátiles en estrofa
accidentando mi éter
con añiles destellos a mi paso:
palco al contorno del mundo
tremolando al aire de tus caderas.
Kabalcanty© 2009