Las estadísticas de accidentes
cada día se incrementan,
por eso toda la gente
se lamenta y se lamenta.
Horror en las carreteras
por inconsciencia y por impericia,
y a veces de igual manera
por la falta de malicia.
Si no es una colisión fatal
de algún ebrio conductor,
de forma circunstancial
arrollan al peatón.
Adelantar indebidamente
o exceder la velocidad,
son causas también frecuentes
de tanta calamidad.
El alcohol y el volante
es una mezcla mortal
donde la muerte incesante
es la resulta oficial.
Las fallas de la unidad
o la actitud irresponsable,
son parte de la calamidad
de esta batalla implacable.
Ya hasta miedo me da
salir a las carreteras
porque si vienes o vas
siempre el peligro te espera.
Vivir en la paz del hogar
alejados de las carreteras,
nada nos podrá pasar,
esa es la única manera.
Pienso evadir las desgracias,
exagerando en lo prudente,
habrá que quedarse en casa,
para evitar los accidentes.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero. Derechos de Propiedad Intelectual Reservados bajo el Número 1302014522448