Un mundo de sensaciones diversas
preparó Dios y fue su obra sin igual,
pero de su profunda huella impresa
en Edén el Adán cayó en el mal.
Y desde entonces en la tierra gime
el alma buscando romper el lazo,
quitar el yugo mortal con que oprime
el pecado que la apresa entre sus brazos.
El que de superioridad presume
reclamando la ley de la igualdad,
inflamado por la envidia que consume
en rebeldía, engaño y en maldad.
Triste es nuestra realidad humana,
preguntemos a las cuatro paredes,
y aun hasta las puertas y ventanas
nos gritarían ¡sálvate si puedes!
Pero, qué hermoso sería ¡oh Señor!
que busquemos en ti nuestro lugar
descansando en tu perfecto amor
y paz podamos todos encontrar
Curando las yagas, aliviando el dolor
reemplazando la tristeza por gozo
ansiamos al llegar el nuevo albor
volver a ver a brillar el sol glorioso.
Tu manantial de agua viva fluya
como esas correntadas en los ríos
y que desborde la presencia tuya
llenando nuestro corazón vacío.
No sea más un gobierno de tiranía
ven con tu libertad y como los mares
arrasa el territorio de anarquía
y sé fuente de luz en los hogares.
Sin gritos, hieles y sin voces crueles,
moldea así el carácter y el hablar
¡enséñanos a ser pacientes y fieles!
enséñanos amante Padre a amar.
Dános Señor un corazón sensible
tú eres la esperanza y el consuelo
para que en este mundo sea posible
acariciar ¡un pedacito de cielo!
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente
a la de las piedras preciosas.
El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.”