Me senté a pensarte, mientras te mire una y otra vez en mi mente,
De mi alma surgieron palabras llenas de magias que me llevan a ti,
Rompiendo los lazos de la distancia, dejando escapar este Amor que florece,
Bajo las sombras de aquel árbol, donde un día miramos el atardecer,
Vagos son los recuerdos, mi mente los deja perder,
Bajo la sombra del viejo árbol, que al tiempo dejo de florecer,
Ya no hay atardeceres que iluminen tu sonrisa,
Solo gotas de melancolía que empañan mi alma en la cruel distancia,