Sutil,elegante,
su figura transmitía seguridad.
Imagen proyectada.
Descalza y desnuda
toda la mascarada desaparecía.
Impecable en fiestas...
En casa, algún amante ocasional.
Noche de un cuento artificial.
Desorden y caos
en una mente frágil.
Olvidados en algarabías
fáciles de controlar.
La nada no existe.
La soledad está ausente
mientras su vida
gira en este tio vivo
de apariencias.
¿Cómo decirte que deseo conocerte?
Una risotada en plena cara
única respuesta.
Pero mi deseo se clavará en tu alma.
Será un eterno escorpión
con su hiriente aguijón.
Lo siento, tenía que hacerlo,
aunque nunca me lo perdones.