Ella dormía profundamente
tenía el alma pura e inocente
en sus sueños recogía flores,
junto a las mariposas de colores
Alguien se le acerco de repente
acaricio su piel suavemente
un escalofrío se apodero de su cuerpo,
Dios mío ella conocía esas manos...
No fue la primera vez
pero ella por temor callaba
él de sus sueños aprovechaba,
al verla despertar, huía con rapidez.
Con el alma hastiada y débil
rendida de tanta humillación
un día junto sus fuerzas
y sin temores gritó ese nombre
ese al que ella tanto temía.
Al escucharlo, todos se asombraron
que crueldad, donde esta su corazón?
todos lo conocían, era de la familia
llevaba su sangre, ese hombre era su padre…