Esta noche que estreno
tu cuerpo sobre mis ansias,
me sonrojo sin palabras
deseando se repita
el ritual de tu sonrisa
casi perpleja en mis brazos.
Que asombro al despertarme
entre tus sabanas blancas,
perfumadas con las huellas
de una noche de batalla.
Me apresuro a desafiarte
a otro duelo en el suelo,
presumiendo mis encantos
despierto ya tus deseos,
y se retoma el romance
que termina en puro fuego.
Quien se atreve a imaginar
lo que despiertas en mi,
nada se parece a ti,
cuando me llenas de amor,
mi piel se vuelve de flor
tu cuerpo de huracan,
así estaremos siempre
a la hora de amar.