Ya no caben más dudas
en esto, que nos acontece.
Nos recorremos en el insomnio,
nos acostamos con la luna para llenarla de días y días
que no son, sino la pesadilla, de una noche difunta.
[ La noche es una bendita inocente,
que nunca mira a su rostro]
Cuándo regresarás
Estás en la arboleda cortada por un demonio citadino
en una noticia de orgías con tu cuerpo retozando, el vacío que nos sucede;
y nos sucede la vida, la recostamos en el climax apresurado
después de rayar los grafitis con garabatos de otros bosquejos.
No estás
en una palma, para extraerte, de la somnolencia formal de un amigo
no estás
en la mesa de la monotonía, que nos auguraba el abrazo convenido
no estás
a mi lado como un fragmento apresurado del destino
Me ensucio con tu recuerdo en la rutina de la cama
y le grito a la butaca de no ser fuerte para sostenernos:
Cuando los olvides se cogen sobran los delirios..
No hay Nada
que me obligue a recordarte
salvo, esta costumbre arraigada
de guardar a la buena vida
y dejarla
en la sepia amurallada del festín de las lágrimas.
No, no lloremos por las flores..