Ya te miro en tu transfigurar
en las playas de tu tierra,
acompañada de un palmar
y en su sombra que te encierra.
Los pensamientos, mi rostro interno,
en su imaginación dan cuenta
que tu piel dorada se trasluce
en la neblina de tu manto,
como luciérnaga luciendo.
Mi corazón palpita tanto,
si, al estarte contemplando,
velo tu sueño
mientras la pupila
imagina ser tu dueño
hasta donde tu lo quieras.
Tu imagen, robada
de un par de fugaces fotos
permitieron verte
como aparición.
Una de ellas, de vestido amarillo,
en otra tan poco se,
porque también, desapareció
y falta la que quizás vas a enviar.
En las dos primeras,
me gusta tu rostro
solemne, ausente,
triste, pensativo
ido, soñador.
Sonríes con el alma,
cuando escribes
huracán contenido
en cada línea derramada.
Te imagino recostada,
algo ligero te cubre
se distingue tu figura
como luna de octubre.
Respiración muy sosegada,
me doy cuenta de que vives
por el movimiento de tu pecho,
tu cuerpo, está en calma.
Sigo acompañándote en tu lecho
solo mirarte, resulta balsámico
a mi soledad abandonada.
Cierro los ojos e imagino
el beso en tu dormida boca,
debe ser algo tan divino,
como una flor a quien se toca.
EL POETA DEL AMOR. 25-08-10.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.