No esperes que te busque
en la sonrisa detrás de una máscara
o en la manifestación de un sentimiento.
Es que son tantos y tan iguales...
que todos puedes ser tú
y tú puedes ser ninguno.
No esperes que corra
detrás de un beso escondido en una esquina
o hacia el espjismo de un abrazo
porque hay tanto de repetido en un verso
que correría el riesgo de encontrarte
en el camino de perderte.
Y es que yo...
me he visto tan repetida
en naufragios, en rosas y mariposas
en lunas, noches y rosas
en mares, sales y cristales
en árboles, jardínes y estrellas fugaces
que parezco joya de bisutería
y hasta yo... de mí,
estoy aburrida.
Pecaría de vanidosa
si creyera...
que soy yo, todas las diosas.
Así que... no esperes
y si esperas
mejor hazlo sentado
no vaya a ser que al final del día
te sientas tan agotado
que no notes que a ti,
hace mucho que he llegado.