Tú eres mi poesía,
la musa y el modelo de mis recurrentes líricas,
la música que serpentea por mis dendritas,
la inexplicable conjunción de estímulo y desafíos,
la vertiente por donde navegan mis desatinos.
Yo, el poeta loco, quizás el último romántico,
el que construye castillos en la arena de tu piel,
el imaginario perfecto de tus delirios e insomnios,
el bálsamo de tus heridas, el que apacigua tus tormentas,
y a la vez despierta incertidumbres.
© Rigoberto Pitti B.