Murialdo Chicaiza

Soneto a Malena

Faltan palabras para celebrar

tu bello rostro de tierna azucena,

tu premonición de nácar y almíbar.

Mujer y nombre que amamos: Malena.

 

Y tus manos van un mundo creando

de mil dulces cantos, juguetes, hados;

aquellos niños sueñan esperando

encantarse con ellos, así, ufanos.

 

Qué grande falta nos haces, Malena

a mí , sí, y aquellos sencillos niños,

que sin ti sentimos como una pena,

 

como es la de una vida aún sin sueños.

Tus manos, tu piel y tu alma serena

¡parecen ser las de aquellos pequeños!