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SABES bien, cuánto DOLIÓ aquella NOCHE

... Y en la noche, esa última noche, descubrir que Tú también eras sentimental, dejando bien en claro, que en asuntos de amor con desamor en los labios, quién es quién ...




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SABES bien, cuánto DOLIÓ aquella NOCHE:



Sabes bien, cuanto dolió aquella noche que entre nosotros no hubo mas punto de coincidencia por tolerancia y finalmente estalló esa guerra no querida y que no se pudo mas postergar aunque callado miraba de vez en cuando por la ventana del cuarto al cielo para no coincidir directamente con tus enrojecidos y enfurecidos ojos, para así, no echarle más leña de desafío al fuego, intentando no ofender al poder ripostar con el mismo calibre, pero aun así, tus armas nunca depusiste y como una fuerte briza que azota al oído me heriste el corazón sin compasión, con todo lo que tenias dentro, reservado para mí, pero ahora dime, después de la tempestad, llegada la calma, mirándome a los ojos fijamente, si en verdad algo positivo sacaste de todo esto que no sea, mas soledad para tu negra alma...

Sabes bien, cuánto daño le hiciste a mi sufrido corazón, bien lo sabes, lo puedo aun leer en tu lánguida mirada, mas sin embargo, piensas remediar la situación hoy con un beso de los negados ayer, pero lo que no sabes, sí, es que pudiera perdonar, pero nunca olvidar, las veces que por ti lloré a tus pies implorando, intentando salvar nuestro querido amor, sin que tu desearas notar mi recordada presencia en tus brazos, mirando tan solo un solo instante por misericordia a quien agonizaba por tu desamor sentido, sumido en llanto...

Sabes bien, cuánto daño le hiciste a mi vida, pero algo puedes estar segura, dejándote tocar el rostro, que Yo si no te haré llorar por el más leve contacto que pudieran hacerte mis dedos al rozar la delicada piel de tu cara, porque sería algo que jamás podría perdonarme mientras viva, recriminándome por tan grave torpeza, mirando con silencio de condenado estas manos que tanto cariño brindaron por años, juntos, pero que sinceramente, sin quererlo puedan hacer ahora más mal que bien a lo amado y querido en mis brazos...

Sabes bien, cuanto dolió aquella noche, pero a pesar de todo, de mí para ti, no puede haber un beso como en otros tiempos lo hubiéramos deseado, vivirlo, que no sea a flor de labios, aunque el corazón lata de emoción, lo mejor de nosotros quedó años atrás, donde el tiempo y el olvido, dejaron las huellas de lágrimas en el rostro.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 29012013 08:00 PM.