La niña cultivaba dos flores
tan tersas como su piel
y disfrutaba sus olores
paseando en el campo aquel.
Dos flores muy divertidas
dando su colorido
y una niña enternecida
adornaban el camino.
La niña una flor nueva es
nacida en el mismo campo,
juntas se ven las tres
mostrando el mismo encanto.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero. Derechos de Propiedad Intelectual Reservados bajo el Número 1302054547210