La tarde se despide lentamente,
La noche despiadada, me saluda,
Quizás hoy sea un día diferente,
No tolero más esta pena aguda.
***
Las estrellas avanzan sobre el cielo,
La luna sutilmente me miraba,
Recordarte era mi único consuelo,
¿Me amaste de verdad? Me preguntaba.
***
Y paso a paso llegaba el final,
Y todo se tornaba oscuridad,
¡Qué momento tan infausto e infernal!
¡Qué pena nunca tuve tu piedad!
***
Y mi cuerpo se dejó caer al suelo,
Hoy soy tu ángel que te mira desde el cielo,
Que seas feliz es lo único que anhelo,
Aunque te cuidaré con mucho recelo.