Incierto malestar.
Taquicardia y espasmos.
Extraña y perdida.
Consternación, confusión.
Revisión e interrogantes varios.
Respuestas lacónicas.
Silencio repentino, miradas fijas.
Presunción conmovedora.
Emoción magna.
Renunciaba a mi vestidura de Yerma.
Una criatura latía en mí.
Plenitud y certezas.
Seguridad de que ya me acompañaba.
Me acompañaba como yo la acompañaré el resto de mi vida.