Cae una gota de cafe en el suelo
el humo del cigarro te atreviesa la cara
rodeandote las mejillas
rozandote las cejas
cegandote los ojos
Las venas de las manos oxidadas
y el pecho menos vivo que una piedra
Las piernas , la columna y la espalda
hacen el suficiente esfuerzo por mantenerte recto.
Te ves con tanto odio ante el espejo
que se te pone el alma fria
cada vez que te guiñes el ojo
fingiendo que hoy vas a ser
lo que te prometiste.