El grupo es ecléctico, variado, diverso.
Amistades históricas y amigos nuevos.
Con la reciprocidad me regocijo.
Garantía de Activo en mi Patrimonio Afectivo.
Podría agrupar a mis amigos según los colores del semáforo.
Algunos son permisivos. Consienten. Aprueban.
Quienes me ven impetuosa me fuerzan a detenerme.
Los más genuinos sólo me alertan.
Y en ese instante reflexiono.
Adepta a mi propio semáforo.
Los amigos colorados me conocen bien: deseo algo, y más allá de sus máximas no me freno hasta lograrlo. Y yo sigo.
Los amigos verdes, sin objetar, respetan. Y yo sigo.
Los amigos amarillos sólo me alertan desde la moderación, advirtiéndome la inminencia del riesgo. Y es allí donde me detengo.
Preservada, amparada, orientada, celebro mi Colorido Cosmos Afectivo.