¿Por qué tuve que conocerte?
¿Por qué se me ocurrió quererte?
Llegaste a mi mundo, y así,
sin ninguna razón entraste
y como un torbellino me tomaste.
Tus palabras de amor me conquistaron,
como un suave repicar de campanas resonaron,
en aquella noche de pasión y encanto.
¡Qué me has hecho, amor mío!
Si ya tan solo por ti suspiro...
Tu nombre en mi piel, llevo tatuado,
marcas de guerra, en cada beso robado,
mi cielo azul, a rosa has cambiado.
¡No resisto más! Debo preguntarlo...
¿Quieres ser mi amante?...
Tan solo una noche de amor, bastó para amarte.
Hoy... ya es imposible olvidarte.