Algunos lo llaman "amor".
Se cuela en tu sangre y penetra por tus vertébras.
Juega con tus intestinos y baja hasta el fondo de tus visceras.
Inunda tu esófago, tu apéndice y tu hipotálamo.
Algunos lo llaman "amor".
Trastocará tu calendario, tus ciclos biológicos.
Emborronará tus teorías existencialistas.
Tus átomos serán sacudidos por sus inventivas.
Algunos lo llaman "amor".
Otros más humildes, dirán que es una llama que te incendia, que te envuelve, que te abrasa, que te encierra, que te oprime, que te libera, que te eleva al infinito y te reduce a cenizas.
Te dirán que es una necesidad, una supervivencia, un paréntesis irisado, trémulo, un sosiego, un respiro, una calada que obnubila y que amortigua.
Algunos lo llaman "amor".
Otros tu sombra, tu pelo, tus manos, tu olor y tus miedos.
Amor son tus defectos, tus tropiezos, tus comentarios de experto, tu tesis incierta que se apoya con unos cuantos besos.
Amor es tu cuerpo.
Amor es tu alma, que ocupa todo el universo.
Algunos lo llaman "amor", pero no es más que un cuento.