Los pilares son pilares ya no sombras
y las sombras huyen como perros sin dueño.
Las fotografías ya no registran fantasmas
ni los armarios crujen tu abandono.
Al amanecer los pájaros en contrapunto
recortan tu silueta en la cortina.
Te despierto para decir que te extrañaba
y tú sonríes pero sigues durmiendo.
Respiro el aire que arremolinas
y nuestros cuerpos se hacen un ovillo.